Croquetas de Jamón fáciles

Esta receta la tenía que compartir en mi blog porque salen unas croquetas buenísimas, yo que soy "croqueadicto" y que las pido y pruebo donde quiera que voy, puedo decios que a mi esta receta me encanta. Es una receta de Thermomix, por eso la idea de compartirla es para los que no la tenéis y adaptarla a la elaboración tradicional. Vamos a ello.

Ingredientes

150g de jamón serrano
2 huevos cocidos
50ml de aceite de oliva virgen extra
100g de mantequilla (la puedes sustituir por aceite de oliva)
30g de cebolla (1 cebolla pequeña)
170g de harina
800ml de leche entera
Nuez moscada
Pimientas recién molidas
1 cucharadita de sal

Para rebozar:
Harina
2 huevos frescos
Pan rallado
Aceite de oliva o girasol para freír

Elaboración

Picamos el jamón serrano con el cuchillo o usando un robot de cocina, trozos muy pequeños. Picamos también los huevos y rallamos la cebolla.

Ponemos en un cazo alto u olla el aceite y la mantequilla a calentar. Ponemos la cebolla rallada y freímos unos segundos. Cuando dore añadimos la harina y freímos un minuto hasta que dore. Entonces añadimos la leche a temperatura ambiente o caliente, a la que habremos añadido la sal, la nuez moscada y la pimienta, poco a poco, que vaya mezclando, moviendo continuamente con una cuchara de madera o varillas para deshacer la harina en la leche. 

Cuando hayamos incorporado toda la leche añadimos 2 cucharadas grandes del jamón picado y vamos trabajando la masa al fuego muy suave durante unos 10 ó 15 minutos. Esto es sin parar de remover con ayuda de una cuchara o espátula de madera. Después añadimos el resto del jamón y los huevos picados y seguimos mezclando unos minutos ya fuera del fuego.

Pasamos la mezcla a una bandeja previamente engrasada, con aceite de oliva, para que enfríe. Después, tapamos con un film trasparente y metemos a la nevera por unas 8 horas para que la masa se ponga más consistente. Pasado este tiempo sacamos de la nevera y formamos las croquetas, las pasamos por harina, luego por el huevo batido y por último por el pan rallado.

Ahora es el momento de ir poniendo la croquetas en una fuente plana, que nos quepa en el congelador, para congelar las croquetas que no vayamos a consumir y dejar solo las que consumiremos para freír en abundante aceite caliente.

 Una vez tenemos la fuete para congelador llena, la tapamos con film trasparente para que no tomen sabor del congelador y las ponemos en el congelador hasta que estén congeladas. Pasadas unas horas, ya congeladas, las podemos poner en una bolsa para guardarlas más cómodamente para irlas consumiéndolas poco a poco según nuestras necesidades, ya que con esta receta salen unas 40 croquetas, según las hayamos hecho de grandes.

Cuando las vayamos a freír en el aceite hay que tener unas cosillas en cuenta: el aceite debe estar muy caliente para que no se nos caiga el rebozado y a demás hacerlas en pocas unidades, ya que si echamos muchas el aceite se enfría y sucede de nuevo lo del rebozado, sobre todo si las freímos ya congeladas, cogiendo las croquetas demasiado aceite y además salen echas un desastre. 

Para ello recordar: abundante aceite, muy caliente, poca cantidad de croquetas para mantener la temperatura. Dar la vuelta cuando se vean hechas por un lado y sacar en cuanto se doren, antes de que la croqueta se abra y suelte su relleno al aceite, esto también puede suceder. 

Si tenéis freidora a 180ºC es la temperatura perfecta. Sacamos las croquetas sobre un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite, luego las pasamos a otro plato limpio o fuente de servir. Y listas para comer...

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